La región italiana de Nápoles (Campania) fue clasificada como "zona roja", igual que Toscana, anunció oficialmente el viernes por la noche el gobierno italiano, confirmando así que cerca de la mitad de los italianos están ahora en confinamiento parcial.
Un total de 26 millones de italianos, sobre una población total de 60 millones, están sometidos a las restricciones de las zonas rojas decretadas en siete regiones, donde el índice de contagio del coronavirus es el más alto.
En estas regiones, entre ellas la Lombardía (norte), pulmón económico del país, se requiere una autorización para ir a trabajar o al médico, y la mayoría de los comercios están cerrados.
La península está actualmente dividida en tres zonas, amarilla, naranja y roja, en función de la gravedad de la situación epidemiológica.
La región de Campania pasó directamente de zona amarilla a roja, obviando la fase naranja, al estar duramente golpeada por la nueva ola de la pandemia, con hospitales desbordados, pacientes atendidos en sus automóviles o agonizando en las ambulancias.
Nueve regiones están en zona naranja (sometidas entre otras restricciones a la prohibición de desplazarse fuera de su municipio) y solamente cinco, entre ellas la de Roma, en amarillo, donde se recomienda el teletrabajo.
Un toque de queda a las 21H00 GMT está vigente en todo el territorio.